viernes, 15 de mayo de 2009

HUEY ATLIXCAYOTL.

HUEY ATLIXCAYOTL.
Rostros con tradicón por Arturo Andrade / abaimagen.com.
Huey Atlixcáyotl es el no
Rostros con tradicón por Arturo Andrade / abaimagen.com.
NOmbre de un festival cultural que se realiza en el cerro de San Miguel, en el municipio de Atlixco (Puebla) la última semana de septiembre. El nombre de este festejo que se celebra en torno a la fiesta de San Miguel Arcángel es de origen náhuatl y quiere decir Gran Tradición Atlixquense.

El Huey Atlixcáyotl congrega la representación de las delegaciones de las once regiones culturales del estado de Puebla. El primer Huey Atlixcayotl se celebró en 1965. Se supone que se trata de una festividad en honor del dios Quetzalcóatl, que se identifica con el culto al salto patrón de Atlixco. En 1996 fue declarado Patrimonio Cultural del Estado de Puebla por el gobierno poblano.

Entre otras cosas, en la Huey Atlixcáyotl se elige a la Xochicíhuatl (Mujer Flor) y a sus Xochipilme (Florecitas), que presiden las celebraciones. No se trata de un concurso de belleza, sino de una elección que se realiza sobre el conocimiento demostrado de las costumbres de los pueblos del estado. Cada región envía una representante para la elección de la Xochicíhuatl.

El Atlixcáyotl en náhuatl significa "gran tradición atlixquense", es una fiesta que se hace, según la tradición prehispánica, en honor a Quetzalcóatl, para agradecer los dones recibidos en la cosecha y además, es una reunión de pueblos que celebran su pervivencia y recrean sus tradiciones a través de la danza.

Cuando la danza estalla y se riega en el Netotiloaya ya nada la detiene, porque se gestó a lo largo de 365 días, porque esta es la ocasión esperada en la antigua Atlixco.

Colorido abanico humano que se agita, se abre y se cierra para deleitar a los dioses, y de paso a los hombres. Éstos se reúnen a danzar y los dioses lo hacen para ser recreados y para recibir las súplicas de que su benevolencia siga conservando al mundo. Cuando la danza estalla y se riega en el Netotiloaya ya nada la detiene, porque se gestó a lo largo de 365 días –en realidad durante varios siglos–, porque esta es la ocasión esperada y este el lugar correcto para su parto florido y vigoroso: el último domingo de septiembre en la antigua Atlixco, donde se reúne la danza de Puebla, la esencia de la cultura indígena del estado.

Todo un día de danza, todo un año de preparativos, toda una tradición de siglos... y todo un mosaico humano: nahuas, otomíes, totonacas, popolocas y mixtecas de los Valles Centrales, La Cañada, la Mixteca Poblana, la Región Costera, Los Volcanes, la Tierra Caliente, la Región Popoloca, la Sierra de Tehuacán, la Huasteca, Los Llanos y la Sierra Norte. Las once regiones del estado.

Cada atuendo, adorno y danza, cada lengua con sus vocablos y tonos diferentes, cada tradición recreada en torno al baile, cada creencia y costumbre, artesanía, cultivo y objeto tomado del medio ambiente, une más, reaviva y reafirma la identidad de los pueblos indígenas del estado, en Atlixco. EN MI OPINION:Las tradiciones son parte importante de nuestra cultura ya que son el reflejo del alma de un pueblo y a través de ellas se conserva gran parte de nuestra historia.lLAURA IVETTE PEREZ CARRASCO,

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